lunes, 15 de junio de 2009

Morfosintaxis y discurso narrativo en niños

Integrantes
Mauricio Escobar.
Danilo San Martín.





La influencia del lenguaje de los adultos en el desarrollo morfosintáctico de niños pequeños con Síndrome de Down

El siguiente documento muestra algunas pruebas realizadas a distintos niños con Síndrome de Down. Estas pruebas fueron hechas con el objetivo de

(...) analizar, por un lado, las estrategias educativas que utilizan las madres de niños pequeños con Síndrome de Down cuando interactúan verbalmente con ellos y, por el otro, analizar las mismas estrategias utilizadas por el terapeuta a lo largo de un periodo de intervención en el que se incide en la inclusión del verbo en las emisiones verbales de los sujetos. (Vilaseca, 2004, p. 87)

Se sabe que las capacidades relacionadas con el lenguaje
(…) se adquieren y desarrollan fundamentalmente mediante las prácticas educativas, es decir, con la participación del niño en situaciones de interacción y actividad conjunta con otras personas más competentes que él en el uso del lenguaje. Vygotski analiza la interacción entre padres e hijos o la actividad conjunta entre ambos y sostiene que el adulto gestiona un proceso de mediación entre él y los objetos a través de la actividad conjunta. Esto significa que el avance en el desarrollo en general, y en el desarrollo del lenguaje en particular, se produce en el niño gracias a la mediación externa del adulto más capaz que le ayuda a emplear y utilizar el lenguaje en situaciones y contextos diversos. (…) Los adultos tienen una función didáctica implícita en los procesos de adquisición/transmisión del lenguaje.
Si esto es así para niños de desarrollo normal, podría pensarse que es igualmente valido para niños que presenten algún tipo de discapacidad, cuyo desarrollo del lenguaje evolucione con retraso. (Vilaseca, p.88)



Debemos recordar que existen distintas teorías sobre la adquisición morfosintáctica. Basadas en la imitación y el refuerzo (procesos tradicionales en el aprendizaje). En la imitación el niño repite las frases que oye al adulto, no imitan construcciones que no usan. El refuerzo, es complementario a la imitación, se hace mediante los soliloquios, el hecho de ser atendidos cuando el niño solicita algo al adulto.

Durante las primeras etapas del desarrollo morfosintáctico se pueden observar algunos errores como dificultades en la formación de plurales, ya que por sobregeneralización añaden una “s”, cuando en algunas se debería añadir “es”. También es posible encontrar errores en la concordancia de géneros por ejemplo al decir “algunos casas” en lugar de “algunas casas”. Otro de las faltas que se pueden observar es la regularización de los verbos irregulares como se observa en “ando”, “trayo” o en “hacieron” y también existen algunas faltas en la formación de gerundios como en “leindo” por “leyendo”. Estos errores confirman no sólo la imitación que hacen los menores de aquellos que poseen un desarrollo morfosintáctico mayor sino que además hacen construcciones y en ese proceso, estos cometen errores que explican la invención de palabras.

Para llevar acabo este estudio, los investigadores se basaron en
(…) dos niñas y un niño con Síndrome de Down, de habla castellana, integrados en escuela ordinaria, cuyas edades están comprendidas entre 4 años 6 meses y 5 años 11 meses.
La edad mental de los niños se estima a partir de la Escala McCarthy de Aptitudes y Psicomotricidad para Niños (1976), situando a dos de ellos a un nivel de 3 años y el otro a un nivel de 3 años 6 meses.
El nivel de lenguaje comprensivo y expresivo se exploró mediante la (Z, imrnerman, I. L., Steiner, V. G. y Evatt Pond, R., 1979. (Vilaseca, p.90)




Vilaseca (2004) indica que se busco analizar que tipos de estrategias para orientar y educar a sus hijos ocupan los padres así como cuales ocupan por su parte los terapeutas todo esto en el momento de la interacción verbal. Para realizar esto el autor explica que se baso en las categorías indicadas por Moerk en el año 1983 que se explican a continuación.


Descripción de las categorías a partir de los resultados obtenidos

a) Repetición idéntica. El adulto imita de manera exacta los elementos lingüísticos del niño. Ejemplo:
Niño: el lobo l
Adulto: el lobo /
b) Expansión. El adulto incorpora a la emisión verbal del niño, la cual es parcial o de una sola palabra, dos o más elementos, manteniéndose el significado básico de la del niño. Ejemplo:
Niño: nene come /
Adulto: el nene come pan /
c) Secuencias substitutorias. El adulto sustituye elementos de su propia producción lingüística de tal modo que prevalezca la misma estructura sintáctica en cada una de las secuencias. Uno de los elementos de la producción lingüística ha de permanecer constante e invariable a lo largo de las secuencias substitutorias. Ejemplo, (el niño y el adulto están jugando a dar de comer a muñecos):
Adulto: mira, el nene come pan / (da “pan” al muñeco)
Adulto: el nene come carne / (da “carne” al muñeco)
Niño: canne nena / (da “carne” a otra muñeca)
Adulto: sí, la nena come carne /
Adulto: ella come carne /
Niño: ome canne /
Adulto: y ella come pan / (da “pan” a la muñeca)
d) Informativa. Cuando el adulto informa, describe o explica acontecimientos, hechos o cosas. Suelen ser etiquetajes de elementos verbales de contenido.
Ejemplo:
Adulto: y el lobo se comió a la caperucita /
Niño: asusita / (caperucita)
e) Demandas de información. El adulto hace una pregunta donde pide información sobre algún aspecto de la realidad, como por ejemplo, colores, formas, nombres, verbos, etc. Ejemplo:
Adulto: ¿de qué color es éste? /
Niño: azul I
f) Demandas de acción. El adulto pide al niño una conducta no verbal determinada.
Ejemplo:
Adulto: pon los dados amarillos dentro de la caja /
g) Feedback positivo. Se trata de una evaluación positiva de las emisiones del niño. Puede consistir en la repetición de las propias emisiones del niño o bien en la utilización de frases exclamativas del tipo: “Oh! ,que bien, estupendo perfecto...!”, que den a conocer al niño que su respuesta ha sido la adecuada.
Ejemplo:
Adulto: ¿que le paso a la abuelita? /
Niño: a comio toda /
Adulto: claro que sí /
h) Feedback informativo-correctiva. El adulto produce una emisión verbal a partir de la emisión verbal o no verbal del niño, de forma ligeramente más elaborada, siempre y cuando esta se adecue al nivel de lenguaje del niño (no más de dos o tres palabras de la longitud media del enunciado (LME) del niño/a). Ejemplo:
Niño: pumba / (señala el niño que se cae de la silla)
Adulto: el niño se cae /
i) Preguntas de si o no. El adulto hace una pregunta al niño cuya respuesta ha de ser afirmativa o negativa. Ejemplo:
Adulto: ¿te ha gustado el cuento? /
Niño: sí /
j) Feedback negativo. El adulto hace una evaluación negativa de las emisiones verbales del niño, confirmándole que sus emisiones verbales no han sido correctas o han sido inadecuadas. Ejemplo:
Adulto: ¿cuántas manzanas cogió? /
Niño: dos /
Adulto: no, no cogió dos, hombre! /
k) Otras. Incluimos aquí otras estrategias educativas que no pueden incluirse en las anteriores, tales como reducción de la propia emisión verbal, perseveración de morfemas específicos y corrección de la pronunciación.
Son estrategias interactivas y, por tanto, la asignación de una u otra estrategia al lenguaje adulto siempre esta en relación con la emisión verbal del niño. A emisiones verbales del adulto, formalmente idénticas, pueden corresponderle estrategias educativas distintas, en función de las producciones verbales o no verbales de los niños. Pongamos un ejemplo hipotético en el que el adulto (A) mira un cuento con el niño (N):
Situación 1: A: El niño nada en la piscina /
N: Ah! /
Situación 2: N: Nene piscina /
A: El niño nada en la piscina /
En la primera de las situaciones, a la emisión verbal del adulto le correspondería una estrategia educativa Informativa y en la segunda una estrategia educativa de Expansión.
(…)Por otro lado, para valorar la evolución del desarrollo morfosintáctico del lenguaje de los niños hemos analizado los enunciados de dos o más palabras con verbo (Enunc. 2 o + pal.v.) que utilizan espontáneamente los niños, tanto en interacción con el terapeuta como con las madres.
Se calculó el índice de acuerdo simple entre observadores que fue del 0,96% en el análisis del lenguaje infantil y del 0,85% en el análisis del lenguaje adulto referido a las estrategias educativas. Esto nos confirma que sigue siendo más difícil ponerse de acuerdo cuando se trata de llevar a cabo análisis interactivos que cuando los análisis implican únicamente el lenguaje de una de las partes. (Vilaseca, p.90-92).

Los resultados obtenidos de la aplicación de la pruebas según indica Vilaseca son similares a los obtenidos por otros investigadores anteriormente, en ellos se indica que las elicitaciones verbales de los niños son simultáneamente propias e imitadas, en el sentido en que una de las partes es original del menor y en la otra una reiteración de lo que ya había escuchado. El mismo autor indica que las estrategias para educar que utilizan los terapeutas, en respuesta contingente a los enunciados verbales de los niños, permiten a los mismos terapeutas comparar entre las elicitaciones verbales de los menores y las propias.

Si el niño imita aquellas producciones del terapeuta que se encuentran a un nivel de complejidad lingüística ligeramente superior, este proceso le llevará a la producción de estructuras evolutivamente más ricas y más complejas. (Vilaseca, p. 102).

Vilaseca también indica que si en la interacción con a la madre, el menor sigue imitando las elicitaciones verbales de la misma, que se entienden están a un nivel de complejidad lingüística paralelo al del menor, la imitación no cumple la función de aprendizaje sino mas bien desarrolla funciones mas pragmáticas que sintácticas en la evolución del lenguaje del menor.

Se constata que el desnivel óptimo que proporciona el terapeuta a las emisiones verbales de los niños, permite a éstos aprender y avanzar en su desarrollo mofosintáctico. (Vilaseca, p.87)






Vilaseca indica que las madres de niños normales no utilizan las mismas estrategias para educar a sus hijos que las madres de niños con Síndrome de Down.

Por otra parte se indica desde resultados obtenidos
(…) es importante tener en cuenta el valor educativo de determinadas estrategias naturales de enseñanza, y que es posible diseñar procedimientos de intervención naturalista que optimicen las condiciones para el desarrollo de habilidades de comunicación y lenguaje de niños con Síndrome de Down.

Vilaseca indica también que estas mismas estrategias deben ser aplicables a menores que posean una alteración en el desarrollo de las mismas habilidades de comunicación y lenguaje.

Por último se sugiere sobre la necesidad de
(…) llevar a cabo un asesoramiento a la familia, al mismo tiempo que se interviene individualmente con estos niños; un asesoramiento que permita a los padres de niños con necesidades educativas especiales optimizar el desarrollo del lenguaje y de la comunicación
de sus hijos. (Vilaseca, p.104)

Para indicar esto último Vilaseca se basa en que el tratamiento temprano de aquellos menores que poseen alteraciones en el desarrollo del lenguaje resulta eficaz si incluyen una intervención familiar.










Referencias
Vilaseca, R. (2004). Capitulo: La influencia del lenguaje de los adultos en el desarrollo morfosintáctico de niños pequeños con síndrome de Down. En Anuario de psicología. Vol. 35, Nº 1, pp. 97-105. Barcelona

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